A raíz de la alarma surgida por las informaciónes en los medios de comunicación de los implantes de silicona PIP y los riesgos para la salud, nos llegaron algunas consultas de madres que tenían implantes de ese tipo y estaban amamantando. Concretamente una de las consultas era de una mamá de un bebe de dos meses con lactancia exclusiva y con un implante roto. Nuestra compañera Rocío Martín Gil, médico anestesista e IBCLC, investigó y nos envío un breve informe que difudimos aquí. Añadimos la opinión de Carlos González sobre implantes rotos para más información de las personas afectadas.
Rocío Martín Gil, Médico Anestesista e IBCLC
Es normal que se detecte en varios órganos de la madre en caso de inyección subcutánea, ya que la silicona pasaría a su torrente sanguíneo y linfático y se pararía en el primer filtro que encontrara, que puede ser un ganglio linfático, el pulmón, el hígado o el riñón, que son órganos que actúan como filtros.
Pero la administración de silicona al niño no sería por vía intravenosa, sino oral, que es muy diferente. He buscado la absorción de la silicona por vía oral y una de las primeras cosas que he encontrado es la ENTEROSILICONA, que se administra por vía oral a los niños tan tranquilamente como un supuesto tratamiento de los cólicos del lactante, porque la SILICONA NO SE ABSORBE POR VÍA ORAL.
De hecho, cuando un niño se traga un trozo de plástico de un juguete, no nos preocupa que vaya a pasar a un órgano, porque sabemos que no se absorbe y que el niño la expulsa por las heces en un par de días.
Así que mi opinión como médico consultora de lactancia es que la madre puede continuar con la lactancia, aunque esté el implante roto.
Espero que os sea de utilidad mi opinión.
Un saludo,
Rocío Martín-Gil Parra
Dra. en Medicina, especialista en Anestesia e IBCLC
Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia)
Carlos González, Pediatra
Es cierto que no se han evaluado los posibles efectos de las siliconas de uso industrial sobre la salud, pero sí que se han evaluado ampliamente los efectos de la lactancia artificial.
Sabemos que la lactancia artificial aumenta el riesgo de diversas infecciones (entre ellas, algunas graves), de muerte súbita, de linfoma, de diabetes y de otras muchas enfermedades. Por lo tanto, lo que indica el principio de precaución es no abandonar la lactancia materna a no ser que haya clara evidencia de un problema.
Silicona de uso industrial significa simplemente que no garantiza el alto grado de pureza que se exige para fabricar implantes. Puede contener algunas impurezas y contaminantes. Pero eso no significa que le hayan añadido ninguna substancia particularmente tóxica.
No hay motivos para suponer que esa silicona sea particularmente tóxica por vía oral. Entre cientos de miles de mujeres que han llevado esos implantes durante años no se ha descrito ningún efecto tóxico; solamente la aparición de unos pocos (muy pocos) casos de cáncer de mama, que todavía no se sabe si son debidos al implante o si aparecieron por pura coincidencia (porque de varios cientos de miles de mujeres, lo normal es que algunas acaben teniendo cáncer de mama).
La silicona en sí no es tóxica. Incluso si pasase a la leche, no tiene ninguna importancia. Los bebés chupan chupetes y tetinas de silicona, y las gotas de Aero-Red son gotas de silicona. La silicona no es tóxica y no se absorbe por vía oral.
El que la silicona de una prótesis rota se haya encontrado en otros órganos no es sorprendente, puesto que ya está en el interior del organismo y se puede difundir por vía sanguínea o linfática. No hay ningún motivo para suponer que esa silicona:
- Pase a la leche.
- Sea absorbida por el bebé.
- Se fije en ningún órgano del bebé.
- Tenga ningún efecgto perjudicial.
Insisto, el problema no es la silicona, sino los posibles contaminantes e impurezas de la silicona. Como ocurre con cualquier medicamento, menos de la centésima parte (y tal vez menos de la milésima parte) de la cantidad total de esas substancias que haya en el cuerpo de la madre podría pasar a la leche, si es que pasa. Falta saber que se absorba por vía oral.
Y si a la madre que lo ha llevado implantado durante años no le ha producido ningún efecto tóxico apreciable, no hay motivo para pensar que pueda perjudicar al bebé.
El hecho de que una silicona de uso industrial no cumpla las exigencias de pureza para ser implantada en el organismo no significa que sea tóxica por vía oral.
Los bebés se pasan el día chupando cosas que no se pueden implantar en el organismo. A nadie en su sano juicio se le ocurriría implantarse un chupete, un lápiz, un juguete de plástico, el mando de la tele o las llaves. Cabe dentro de lo posible que la implantación de algunas de esas cosas en el organismo tuviera efectos adversos. Pero los niños las chupan cada día y no nos asusta y no pensamos que se vayan a intoxicar por ello.
Saludos,
Carlos González, Pediatra y escritor