Es lamentable que todavía en el siglo XXI se perpetúen tantos mitos sobre la lactancia materna, teniendo como tenemos tanta información veraz y basada en evidencia científica.

Por eso se nos pone aún más «mala leche» cuando leemos las declaraciones de la Asociación Catalana de Enfermería Pediátrica alertando de que hay madres malnutridas que no pueden dar el pecho a sus bebés porque les faltan nutrientes. El viejo mito de «tu leche no alimenta», en este caso supuestamente porque no tienes una dieta adecuada. Se olvidan de que para que la calidad de la leche se vea afectada hace falta que la madre esté sometida q una desnutrición severa y prolongada en el tiempo. En casos de catástrofes y crisis humanitarias la lactancia materna sigue siendo la primera opción.

The cornstock madonna, de Orin Crooker

Como muy bien se dice en el comunicado de los grupos de apoyo a la lactancia andaluces, «una vez más, se menosprecia a las mujeres y a su capacidad para alimentar y criar a sus hijos e hijas, mezclando informaciones diversas y haciéndoles sentir que la lactancia materna no depende de ellas y de sus bebés, quedando sujeta a elementos externos que no pueden controlar.»

Por favor, señores de los medios de comunicación, no busquen el titular y alarmen a la sociedad. Por favor, señoras de la asociación Catalana de Enfermeria Pediátrica, miren más por sus pacientes y menos a sus patrocinadores.

¡La leche de una madre siempre es buena para su hijo!